martes, 27 de marzo de 2007

el jefe de todo esto

Vale...debería aclarar antes de nada que no soy fan de Lars von Trier, que odio Bailar en la oscuridad y Rompiendo las olas, que no quise ver Dogville...y aún así, esta peli es buena*, muy buena incluso. El guión es redondo y nos cuenta a modo de farsa una historia de la que es imposible acercarse sensibleramente como a sus anteriores dramones. Destriparé el argumento (así que si no la has visto y no quieres saber de que va, NO LEAS MÁS): un actor es contratado por el verdadero directivo de la empresa para que haga de "jefe de todo esto" delante de sus 5 empleados/jefes más antiguos. ¿El motivo? la venta de la empresa a un empresario islandés (por cierto, ¿es necesaria esta información que nos da Lars?¿sería distinta la historia si en vez de ser islandés fuera español el comprador?). La moraleja de la película vendría a ser que los jefes siempre necesitar aludir a otro jefe superior para justificar los recortes de personal, compra-ventas, etc...ya sea en forma de comité de accionistas anónimos o personificado en otro empresario más poderoso. Pero ¿dónde queda la lucha de clases en la historia? ¡La única lucha es entre directivos! Entre la aristocracia de la clase trabajadora, es decir, los 5 empleados con cargos importantes en la empresa, los 5 que van a las reuniones de planificación estratégica (la jefa de recursos humano, la jefa de operaciones, el de marketing, el de tecnología, etc...). Estos 5 formarían una especie de comité tecnócrata en la empresa que asesoraría al verdadero jefe en las decisiones de la empresa. El resto de los trabajadores ni sale, no porque sea una empresa de cinco trabajadores, sino porque no pintan nada en el argumento. Lars von Trier quiere retratar al directivo aburguesado que se cree que pinta algo y sin embargo, puede ser despedido como el resto de los currantes. ¡oh traición! ¡hasta aquí podíamos llegar!
Sin embargo, y a pesar del tono de comedia, no podía faltar el puntito melodramático en el personaje de la chica que está todo el día en la fotocopiadora, llora todo el tiempo porque cuando despidieron a su marido, éste se suicidó.
Al final, la peli termina con todos despedidos pero unidos por el drama, incluso con el jefe arrepentido y redimido de sus pecados (aunque la pasta de la venta va para su bolsillo). Y digo pecados porque Lars von Trier tiene siempre un puntito religioso imposible de obviar (desde su voz en off a modo de Dios todopoderoso) en su trayectoria fílmica. No hay crítica al sistema capitalista en su conjunto, solo comportamientos criticables desde el punto de vista moral como la mentira y el engaño. Todo gira en torno a la elusión de responsabilidades. Y ahí está el punto fuerte del argumento y su acierto. Pero esa elusión de responsabilidades va desde "el jefe de todo esto", (y por ende al jefe del "jefe de todo esto"), como a los directivos menores y a los trabajadores que desean ser algún día directivos y "jefes de todo esto". Al final la mentira no es patrimonio solamente de los jefes, sino que la picaresca se filtra por todos los rincones. Si no se mira desde este ángulo, estaremos ante posturas victimistas y moralistas de la clase trabajadora: los burgueses son malos y los trabajadores son buenos. Pues bien, muchos trabajadores explotados ascienden y explotan a sus compañeros.
Nosotros, sin embargo, no queremos ser jefes.

*Es buena en cuanto a guión y estructura. Sin embargo, las ideas son criticables y no plantea de frente el trasfondo de la historia que no es otro que el sistema capitalista en su conjunto. Es normal que los empresarios vendan y compren empresas, al igual que lo hace el resto de la población, por ejemplo comprando pisos y especulando con ellos.