miércoles, 31 de octubre de 2007

11-m

Aclaración previa necesaria antes del aluvión de acusaciones:

1. No soy ni votante ni simpatizante del PP.
2. No soy fascista.
3. Nunca he creído que ETA esté detrás del 11-M

Esta aclaración es necesaria, ya que en estos últimos años cada vez que se discute sobre el atentado del 11 de marzo y se exponen dudas sobre la versión conspirativa oficial (conspiración jihadista formada por islamistas radicales, traficantes de droga y explosivos y confidentes policiales) eres automáticamente tildado de pepero cuando no de "facha" (¿?) directamente.

Pues no, no soy del PP, ni soy fascista. Lo que sí tengo son muchas dudas sobre lo qué ocurrió en este atentado, dudas que el juicio no ha hecho más que aumentar:

- Mi primera duda es por qué unos yihadistas no se matan en el atentado suicidándose y lo hacen en un edificio vacío de Leganés en el que las únicas víctimas son ellos mismos y un geo.

- ¿Por qué unos supuestos fanáticos religiosos trafican con coca y pastillas? ¿Por qué se mueven en los ambientes más lumpen de la noche madrileña?

- Y lo más irónico de todo: los supuestos terroristas religiosos siguen diciendo que son inocentes.

- Un atentado así es imposible de hacer improvisadamente. La versión oficial dice que pillan los explosivos el 28 de febrero (unos 15 días antes de poner las bombas).
Realizar un atentado de estas características requiere una planificación de más de 15 días, enterarse de horarios de trenes, saber de explosivos, como conectar móviles a explosivos. ¿Quien de los acusados o los suicidados podía haber hecho esto? Y encima que no le vea nadie dejando las mochilas y bajándose.

- Dejan ropa con adn y un coche con muestras de adn pero no huyen, siguen haciendo su vida normal. No se matan en el atentado pero dejan muestras de adn. ¿Por qué?

- ¿Quien tiene la genial idea de destruir los trenes (LAS PRUEBAS) unos días después del atentado. ¿Por qué no se conservaron para investigar?

- ¿Por qué hay tan pocas muestras de explosivo mal guardado (lavadas con acetona). La versión conspirativa yihadista oficial dice que hubo contaminación. Así que hasta ellos mismos reconocen el cutrerío (intencionado o no) de los responsables de la investigación.

- Testimonio del testigo protegido Cartagena. Este hombre puede haber mentido pero dice que vio a El Tunecino reuniéndose con su contralador en un Vips. El día 3 de abril los agentes de la UCIE le dicen que vaya al piso de Leganés, ¡horas antes de la explosión!. Después oye como el mismo comisario le dice a alguien por teléfono:"Como este moro hable la hemos cagao". ¿Qué tiene que ganar este testigo mintiendo? Más bien tiene bastante que perder.

- ¿confidentes policiales que se venden y se compran explosivos entre sí?

- No hay grabaciones de los trenes, no se sabe cómo fueron poniendo las bombas y saliendo. Si había alguien con un coche fuera que les llevaba al siguiente tren o esperándoles en las paradas en las que salían.

Ahora ya hay sentencia. Jamal Zougam es el único supuesto autor material condenado y las únicas pruebas contra él son tres testigos que se contradicen entre sí en las ubicaciones donde le vieron (mientras su foto era publicada en todos los periódicos). Su madre es el único testigo que afirma que en ese momento estaba durmiendo pero como es su madre no es válido. Y la otra prueba contra él es que en su tienda se vendieron las tarjetas que aparecieron en la mochila de Vallecas. Si se hubieran comprado en el Corte Inglés habrían detenido a Isidoro Alvarez.

Ahora solamente queda ver como el PP apuntala la versión conspirativa oficial para no perder votos en las elecciones. Ni al PP, ni al PSOE les interesa que se investigue seriamente. Uno porque estaba en el poder cuando ocurrió el atentado y el otro porque está ahora. Acusaciones cruzadas, IU y el resto de la izquierda se suman a cualquier cosa que pueda perjudicar al PP y ya tenemos el circo político montado.

En ese tren podríamos haber estado cualquier madrileño que use el trasporte público. No es un tema que incunva solo a los afectados directos. Fue una lotería macabra.

Es una verguenza. Hoy lloro por el 11 de marzo.